sábado, 23 de febrero de 2013

Manatí del Caribe (Trichechus manatus)




Manatee.jpg
El manatí antillano o manatí del Caribe (Trichechus manatus) es una especie de sirenio de la familia Trichechidae que habita desde el golfo de México hasta la desembocadura del río Amazonas. Existen dos subespecies reconocidas.

Descripción

Es un animal corpulento que tiene un aspecto pisciforme con una aleta terminal redondeada en forma de espátula. Su piel esta finamente arrugada, con cinco centímetros de espesor, cubierto generalmente por algas y pequeños moluscos. La cabeza se ensancha y se une sin cuello ni hombros. No tiene ningún miembro posterior, los manatíes poseen miembros delanteros flexibles y a manera de remo, o aletas, las cuales son usadas para ayudar al desplazamiento sobre el fondo, rasguñar, tocar e incluso para abrazar a otros manatíes, para mover el alimento hacia adentro y facilitar la limpieza de la boca.
FL fig04.jpg

Sus aletas tienen 3 o 4 uñas.

Como otros manatíes, es una especie completamente adaptada a la vida acuática, no teniendo ninguna extremidad en la parte posterior de su cuerpo. La distribución del pelaje en su cuerpo es escasa, la cual evita  la acumulación de algas en la piel. Tiene aproximadamente 3 metros de largo, y pesa entre 400 y 600 kilogramos, las hembras siendo generalmente más grandes que los machos. Los Manatí más grandes pueden  pesar hasta 1.500 kilogramos y miden hasta 4,6 metros. El color de la piel puede variar de gris a marrón. Sus aletas tienen 3 o 4 uñas, que sirven para mantener el alimento cuando esta forrajeando.

Distribución y hábitat

Habita en la región de las Antillas o mar Caribe, generalmente en las zonas costeras con aguas poco profundos. Toleran grandes cambios en la salinidad del agua, por lo que se les puede encontrar de la misma manera en los ríos y los estuarios de zonas bajas. Se limita a las zonas tropicales y subtropicales porque tiene una tasa metabólica muy baja y carece de una gruesa capa de grasa aislante. Durante el verano, estos mamíferos grandes incluso se han encontrado en el norte del cabo Cod, Massachussets.
El manatí del Caribe es escasamente distribuido en toda la región del Caribe, golfo de México y el océano Atlantico, desde el estado de Tamaulipas en México y las Antillas Mayores hasta el norte de Brasil. Es nativo de Bahamas, Belice, Brasil, Islas Caimán, Colombia, Costa Rica, Cuba, Republica Dominicana, Guayana Francesa, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Antillas Holandesas (bonaira, Curaçao, Sotavento, Países Bajos - extinta a nivel regional), Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, Surinam, Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Venezuela, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes. Se estima que es extinto a nivel regional en Aguila, Antigua y Barbuda, Aruba, Barbados, Dominica, Granada, Guadalupe, Martinica, Montserrat, San Bartolome, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Martín(parte francesa), San Vicenta y las Granadinas, y que puede ser extinto en las Islas Turcas y Caicos.

Distribución del manatí del Caribe
Distribución del manatí del Caribe

Comportamiento

El manatí del Caribe es sorprendentemente ágil en el agua, y se le ha observado haciendo giros, piruetas, saltos, volteretas, e incluso nadando con el dorso hacia abajo. Los manatíes no son territoriales y no tienen un comportamiento complejo para evitar los depredadores, pues se desarrollaron en áreas sin depredadores naturales.
El manatí del Caribe es sensible al frío y bajas de temperatura resultan en una alta tasa de mortalidad por choque térmico. Durante la temporada fría muchos mueren porque su tracto digestivo se cierre cuando la temperatura del agua desciende por debajo de 20 grados Celsius.

 Alimentación


Tiene un estilo oportunista de alimentarse, con los adultos consumiendo diariamente una cantidad de plantas acuaticas equivalente a 10% hasta 15% de su peso corporal. Se alimentan de 60 especies de plantas, incluyendo pastos marinos que representa su principal alimento. Ocasionalmente consume también peces y pequeños invertebrados. Porque los manatíes se alimentan de plantas abrasivas, sus molares se desgastan rápidamente y son constantemente reemplazados durante su vida.

 Reproducción

Aunque las hembras suelen ser criaturas solitarias, forman manadas de apareamiento mientras están en celo. La mayoría de las hembras cría con éxito entre las edades de siete y nueve años, aunque son capaces de reproducirse desde los cuatro años de edad. El período de gestación es de doce a catorce meses. Normalmente da luz a un solo ternero, aunque en ocasiones raras nacen dos. Los terneros nacen con sus molares, lo que les permite consumir algas marinas ya en las primeras tres semanas del nacimiento.
La unidad familiar consiste de la madre y su cría, que permanecen juntos durante 2 años. Los machos van en manadas alrededor de la hembra cuando están listas para concebir, pero sin contribuir a ningún cuidado parental de la cría. En general, las hembras producen una cría cada 2-5 años. Por lo tanto, los manatíes que sobreviven hasta la edad adulta tienen un promedio que no supera los cinco hasta siete crías entre las edades de 20 y 26 años. Pueden vivir hasta 60 años en un ambiente silvestre, aunque su esperanza de vida es más bajo. La mayores amenazas para esta especie son la muerte por colisiones con embarcaciones con motores fuera de bordas, enmallamiento en redes de pesca, y la caza furtiva.

Relación con el hombre

Snooty at 60.jpg 

El manatí del Caribe ha sido cazado por centenares de años por su carne y su piel. En la actualidad sigue siendo cazado en América Central y Sudamérica. La caza ilegal, así como las colisiones con los motores fuera de borda, son una fuente constante de fatalidades del manatí. Los manatíes del Caribe fueron cazados históricamente por los habitantes del lugar y vendidos como alimento a los exploradores europeos. La pérdida de hábitat, de escalfar, en las actividades de pesca, y ha aumentado las amenazas hoy en día. Científicos de Sirenian Internacional que estudian la población de manatíes en Belice, consideran que puede ser el último bastión de está subespecie.
Debido a la baja tasa reproductiva, la disminución de la población del manatí puede ser difícil de superar. En los Estados Unidos, donde la especie es considerada en peligro de extinción desde 1973, es protegida por la Ley de Especies en peligro de extinción de 1973 y la Ley protección de mamíferos marinos de 1972. Durante los meses de invierno, los manatíes de Florida congregan cerca de la salida de agua caliente de las plantas de energía a lo largo de la costa de Florida en lugar de migrar al sur como lo hacían antes, y algunos conservacionistas han manifestado su preocupación de que los manatíes de Florida se han vuelto demasiado dependientes de estas áreas calentadas artificialmente. Por su parte, el Fish and Wildlife Service de los Estados Unidos está buscando maneras de calentar el agua para los manatíes que dependían de las plantas que fueron cerradas.
En octubre de 2007 el manatí de Florida (T. m. latirostris) fue considerado amenazado por la IUCN sobre la base de una población de menos de 2.500 individuos adultos y con el prognosis de una reducción de la población de por lo menos 20% en las próximas dos generaciones (aproximadamente 40 años), tomando en  cuenta los efectos anticipados del calentamiento global y el aumento de las colisiones con embarcaciones durante las próximas décadas.



Conservación

Se considera una especie en peligro.


 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario